Insectos como las avispas, las abejas, los mosquitos, los tábanos y las orugas complican el verano de los niños con sus molestos picotazos. Si quieres saber cuáles son los mejores remedios para las picaduras y cómo podéis prevenir que los insectos les claven su aguijón, toma buena nota.
Cómo actuar ante las picaduras
– Mosquitos. Son las más frecuentes y molestas del verano. Es conveniente calmar el escozor para que el pequeño no se rasque y se haga heridas. Es bastante eficaz lavar la picadura con agua fresca y jabón. También el frío local suele aportar alivio. Si el picor es muy intenso, se puede aplicar una solución con calamina o bolígrafos con productos amoniacados de venta en farmacias. En casos de muchas picaduras, tu pediatra te puede prescribir un antihistamínico oral y, si la zona está muy hinchada, una crema con corticoides. Recuerda córtale las uñas y limaselas bien para evitar infecciones.
– Abejas y avispas. Se encuentran en zonas donde hay agua y su picadura es muy dolorosa. Si el aguijón del insecto ha quedado clavado, es conveniente extraerlo con unas pinzas para frenar la entrada de veneno en el cuerpo. Hazlo si lo ves factible y fácil, no hurgues en la carne para evitar infecciones. Aunque no son muy frecuentes, el mayor peligro que ocasionan es que se produzca una reacción alérgica. Si aún no sabes si tu hijo es alérgico a las picaduras de insectos, los síntomas más comunes en este caso es una inflamación mayor de la zona acompañada de dificultad para respirar, sudor y desmayo que se desencadenan con rapidez tras el picotazo. Ante esta reacción, debes acudir lo antes posible a tu médico y darle un antihistamínico hasta que llegues a la consulta.
– Orugas, tábanos y hormigas. Estos picotazos son similares a los anteriores y su tratamiento es igual.
Prevenir, mejor que curar
Los repelentes de insectos son muy eficaces para alejar a los insectos, pero hay que considerar la edad del niño. Si tiene más de dos años se le puede aplicar un repelente tópico. No son aptos para los bebés de 0 a 2 meses y poco recomendables hasta los 2 años. Para ellos, decántate por uno las mosquiteras.
Si eliges un repelente ambiental o de enchufe, recuerda que no puedes usarlos con menores de dos años porque contienen componentes químicos que pueden perjudicarle.
Elige ropa de tonos claros y apagados, ya que los fuertes y brillantes atraen a los insectos. Evita zonas pantanosas y ajardinadas y usar colonias. Procura que tu bebé no gatee o camine descalzo sobre la hierba.
Fuente: Ana Vallejo
guiadelnino.com